Los indios de la costa del Pacifico eran atrevidos navegantes. Tallaban sus grandes piraguas de guerra en el tronco de uno de esos cedros gigantes de los bosques del norte de América.
La construcción comenzada por una ceremonia ritual al pie del árbol elegido, para explicarle la necesidad urgente de talarlo, y pedirle perdón por ello.
Ea y al suelo a hachazos.
Curiosamente, en el otro extremo del Pacífico, los maoríes en Nueva Zelanda hacían piraguas parecidas ahuecando los troncos de los Kauri, y ahí también tienen una ceremonia propiciatoria antes de liarse con el árbol.
Unas costumbres tan exquisitamente civilizadas como estas, deberían avergonzarnos.
Seguramente que nosotros, cuando sembramos y recogemos nuestras plantas para preparar productos no hacemos tanto ritual.
Eso si, todo según las costumbres actuales, cultivo ecológico, sostenible, cuidan a las abejas que viven por ahí… alguno seguro que abraza algún tomillo.
Así conseguimos empezar bien, muy bien, el proceso de fabricación. Que luego continua en una planta extremadamente eficiente, con unos procesos estandarizados y siguiendo protocolos precisos para asegurar que cada producto lleva la cantidad estipulada para el efecto deseado.
Así que ahora que el invierno te ha pillado con el pie cambiado, pon en marcha tus defensas para evitarte el primer resfriado.
Te propongo empezar con esto.
Para que tu sistema inmune funcione con normalidad y pueda hacer su trabajo a pasar de los cambios de temperatura y humedad.
Y te llevas de propina una disminución del cansancio y la fatiga y protección para tus células frente al daño oxidativo.
¿y eso como?
Pues eso ya lo saben los que se han suscrito a mi newsletter y están enterados de todo.